Cómo puede utilizarse la terapia hormonal en el tratamiento del cáncer de mama

Explora información sobre el papel de la terapia hormonal en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Conoce cómo actúa este enfoque, en qué contextos clínicos se emplea y qué factores médicos se consideran antes de su posible indicación como parte del tratamiento.

Cómo puede utilizarse la terapia hormonal en el tratamiento del cáncer de mama Image by Tung Lam from Pixabay

¿Qué es la terapia hormonal y cómo funciona en el cáncer de mama?

La terapia hormonal, también conocida como terapia endocrina, es un tratamiento que bloquea o reduce la producción de estrógeno y progesterona en el cuerpo. Estas hormonas pueden estimular el crecimiento de ciertos tipos de células cancerosas mamarias que tienen receptores hormonales positivos.

El mecanismo de acción se basa en dos estrategias principales: bloquear los receptores de estrógeno en las células cancerosas o reducir la producción de estrógeno en el organismo. Los medicamentos como el tamoxifeno actúan bloqueando los receptores, mientras que los inhibidores de aromatasa reducen la producción hormonal. Este proceso efectivamente “priva de alimento” a las células cancerosas que dependen de estas hormonas para multiplicarse.

¿Cómo puede la terapia hormonal ayudar en el cáncer con receptores positivos?

En los casos de cáncer de mama con receptores hormonales positivos, que representan aproximadamente el 70% de todos los casos, la terapia hormonal ofrece beneficios significativos. Este tratamiento puede reducir considerablemente el riesgo de recurrencia del cáncer y mejorar las tasas de supervivencia a largo plazo.

La efectividad es particularmente notable cuando se utiliza como terapia adyuvante después de la cirugía, reduciendo el riesgo de recurrencia en un 40-50%. Además, puede utilizarse como tratamiento neoadyuvante para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Los estudios clínicos han demostrado que la terapia hormonal prolongada, típicamente de 5 a 10 años, proporciona beneficios duraderos en la prevención de metástasis.

¿En qué casos se considera la terapia hormonal como tratamiento?

La terapia hormonal se considera cuando las pruebas de laboratorio confirman que el tumor tiene receptores de estrógeno (ER) y/o progesterona (PR) positivos. Los oncólogos evalúan múltiples factores antes de recomendar este tratamiento, incluyendo el estadio del cáncer, el tamaño del tumor, la presencia de células cancerosas en los ganglios linfáticos y el estado menopáusico de la paciente.

También se considera en casos de cáncer metastásico con receptores hormonales positivos como primera línea de tratamiento, especialmente cuando la enfermedad no amenaza inmediatamente órganos vitales. En mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, la terapia hormonal puede utilizarse como medida preventiva. El estado del receptor HER2 también influye en la decisión, ya que los tumores triple positivos pueden requerir enfoques de tratamiento combinados.

¿Qué diferencias existen con otros tratamientos para cáncer de mama?

La terapia hormonal se distingue significativamente de otros tratamientos como la quimioterapia, radioterapia y terapias dirigidas. Mientras que la quimioterapia ataca tanto células cancerosas como sanas causando efectos secundarios más severos, la terapia hormonal es más específica y generalmente mejor tolerada.

A diferencia de la radioterapia, que se dirige localmente al área tratada, la terapia hormonal actúa sistémicamente en todo el organismo. Los efectos secundarios también difieren: la terapia hormonal puede causar síntomas similares a la menopausia, osteoporosis y riesgo aumentado de coágulos sanguíneos, mientras que la quimioterapia típicamente causa náuseas, pérdida de cabello y supresión del sistema inmunológico. La duración del tratamiento también varía, siendo la terapia hormonal un tratamiento a largo plazo comparado con los ciclos más cortos de quimioterapia.

¿Qué factores médicos se evalúan antes de recomendar la terapia?

Los oncólogos realizan una evaluación integral antes de recomendar terapia hormonal. Los factores principales incluyen el estado de los receptores hormonales del tumor, determinado mediante inmunohistoquímica, y el estado menopáusico de la paciente, ya que esto influye en la elección del medicamento específico.

La historia médica personal es crucial, evaluando antecedentes de coágulos sanguíneos, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y problemas hepáticos. El perfil de riesgo individual se calcula considerando la edad, el tamaño del tumor, el grado histológico y la presencia de células cancerosas en ganglios linfáticos. Los médicos también evalúan la función ovárica en mujeres premenopáusicas y pueden considerar la supresión ovárica como parte del tratamiento. Las interacciones medicamentosas y la calidad de vida esperada también influyen en la decisión terapéutica final.

La terapia hormonal ha demostrado ser una herramienta invaluable en el tratamiento del cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Su capacidad para reducir significativamente el riesgo de recurrencia, combinada con un perfil de efectos secundarios más manejable que otros tratamientos, la convierte en una opción terapéutica preferida para muchas pacientes. La decisión de utilizar terapia hormonal debe siempre individualizarse, considerando las características específicas del tumor, el estado de salud general de la paciente y sus preferencias personales, siempre bajo la supervisión de un equipo oncológico especializado.


Este artículo tiene fines informativos únicamente y no debe considerarse como consejo médico. Consulte a un profesional de la salud calificado para obtener orientación y tratamiento personalizados.